Música en la Casa acaba de cerrar el ciclo de 2011 con el privilegio de la flauta de Niurka González y la guitarra de Joaquín Clerch, ante el numeroso público que vibró de emoción en la sala Che Guevara de Casa de las Américas.
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Por mucho tiempo no caerá en el olvido la noche en que estos talentosos músicos ofrecieron el concierto devenido en el mejor regalo de fin de año o de Dios ¿quién sabe?, gracias a la mencionada institución con el acostumbrado afán de convocar a eventos culturales y artísticos de gran calidad y trascendencia.
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El ambicioso programa abarcó obras Franz Schubert (1797-1828), Mario Castelnuovo-Tedesco (1895-1968), Astor Piazzolla (1921-1992), Manuel de Falla (1876-1946), así como de Jacques Ibert (1890-1962) y Enrique Granados (1867-1916).
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Niurka y Clerch además del talento y los profundos estudios que cada quien posee, tienen en común el respeto por la propia profesión y de ahí la entrega y tenacidad con que acostumbran prepararse para cada cita con el público.
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En esta oportunidad, cuando ambos virtuosos decidieron unir la flauta y la guitarra, fueron intensos los ensayos, prolongados durantes muchas horas, pues a veces comenzaban en la mañana y terminaban en el ocaso de la tarde.
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Años antes de que Niurka obtuviera, de los varios que ya ostenta, el Primer Premio en el concurso del Conservatorio Superior de París (1997) y se graduara del Instituto Superior de Arte de La Habana con Diploma de Oro (1999), o sea: todavía era estudiante cuando Alain Marion la escuchó y en Barcelona escribió:
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“Afirmo que Niurka González tiene un talento único y excepcional, por sus cualidades como instrumentista y por sus dones musicales. Es en efecto bastante raro escuchar a un sujeto tan completo de tan joven edad (…) y yo pienso poder afirmar que ella será la gran flautista sudamericana del futuro.”
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Impresiones parecidas, ella ha dejado en recitales por diferentes ciudades de América, Europa y Asia. En el 2003 editó su primer disco, Flauta Virtuosa, que recibió el galardón de mejor Opera Prima en el certamen Cubadisco 2004. Asimismo, participó en grabaciones de obras del Maestro Leo Brouwer, recogidas en los fonogramas Homo Ludens y Paisajes, Retratos y Mujeres.
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Mientras, no es un secreto que también Joaquín desde su adolescencia irrumpiera como futura celebridad del mundo artístico. Del él ha expresado uno de sus maestros, Eliot Fisk:
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“Joaquín Clerch es, sin duda alguna, uno de los guitarristas más importantes, o quizás el más importante de su generación.”
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Ostenta galardones de significativos concursos, entre ellos: Andrés Segovia (Granada), Heitor Villalobos (Río de Janeiro), Printemps de la Guitare (Charleroi/Bruselas) o el ARD de München. Su guitarra se ha escuchado en varios continentes y salas prestigiosas, entre estas: Concertgebouw de Amsterdam, Konzerthaus de Viena, Alter Oper Frankfurt, Auditorio Nacional de Música de Madrid, así como en Radio France de París, el Theatre Royal de la Monnaie de Bruselas y el Teatro Nacional de Cuba.
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Como solistas ha participado con orquestas sinfónicas de Cuba y otros países y en las filarmónicas por ejemplo de España, Bogotá y Gran Canaria. Actualmente, Joaquín Clerch es catedrático de la universidad de música Robert Schumann, en Dusseldorf.
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Por: Ángela Oramas Camero
Fuente: CUBARTE
Disponible en: http://www.cubarte.cult.cu/periodico/opinion/lucido-cierre-de-casa-con-flauta-y-guitarra/20897.html