Por segunda ocasión, se unirán la flautista Niurka González y el guitarrista Joaquín Clerch cuando asumirán el estreno mundial de tres sonatas de autores cubanos, para la combinación de sus instrumentos.
Sonata para la Última Rima (A la fugaz Juana Borrero), de Piñera; Sonata para flauta y guitarra, de Valera; y Sonata (Divertimento), de Vistel, dan título a las piezas que ambos instrumentistas encargaron a los autores.
A las nuevas piezas, enriquecedoras del patrimonio del género en la mayor de las Antillas, se sumará la imprescindible Sonata No. 1 para flauta y guitarra. Mitología de las aguas, escrita en 2009 por Leo Brouwer.
Es esta una obra «sustentada en las tradiciones latinoamericanas», de acuerdo a Piñera, quien ponderó la partitura que reconoció entre los principales aportes de la música del país, a tan particular forma.
Compuesta para el guitarrista y compositor alemán-venezolano Sef Albertz, el autor asegura por su parte que «es una suerte de filme sonoro sobre la poderosa fuerza elemental de las aguas del continente. ¡Nosotros tenemos el Amazonas! Esta música son reflexiones sobre ello», ha dicho Brouwer.
Por su parte, Piñera reconoció que compuso Sonata para la Última Rima pensando en sus «dificultades técnicas, por el acercamiento a la espiritualidad de Juana Borrero y Federico Uhrbach».
Ambos, poetas de vida corta, fueron protagonistas de un intenso noviazgo interrumpido en 1896 por la emigración de la joven con su familia a Cayo Hueso, a causa de la guerra de independencia.
«Quise ser un poco más específico en este acercamiento a un capítulo casi olvidado de la historia del independentismo y el nacimiento de la nacionalidad cubana. Ese fue el presupuesto para escribirla», aseguró Juan Piñera.
La obra que avanza en cuatro movimientos, es de tal modo un reto a la sensibilidad de ambos intérpretes, a la vez que fiesta de la música de cámara, al decir del compositor.
«Es un ejercicio donde yo quebré lanzas para retomar el género, que a veces hemos estado olvidando», dijo por último.
Mientras, Valera y Piñera coincidieron al elogiar el talento de Niurka González y Joaquín Clerch, considerándolo como la principal motivación para aceptar la propuesta.
«Son muy artistas, con la posibilidad de interpretar una sonata muy bien», señaló Roberto Valera, al tiempo que Piñera los calificó como «muy inteligentes y arrestados».
El primero, se propuso crear una partitura que exigiera mucho tanto expresiva como técnicamente. «Yo dije, entonces tengo que hacer una obra que les posibilite demostrar todo lo que ellos pueden hacer», aseveró.
En tres movimientos, la pieza discurre desde un primero dedicado su ciudad natal: Fantasía de La Habana, escrito a manera de allegro sonata, entre diferentes contrastes y pasajes «que son como divertimentos, donde se siente también que quien la escribió es un cubano. Algo que me sale inconscientemente», alegó el autor.
A continuación en Son dos los dos, más lento y con un tema expresivo muy dulce, recalca que ambos instrumentistas juegan a la vez un rol solistas y tienen partes importantes.
Para el último: Los torrentes, transcurre entre momentos de gran agilidad.
«Quise aprovechar tanto la posibilidad de la flauta para saltar, correr, hacer figuras de gran agilidad, como de la guitarra para realizar un acompañamiento rítmico al estilo de los tambores batá, un poco danzable», señaló por último Roberto Valera.
Bajo el título de Sonatas Cubanas, la premier de las obras tendrá lugar el 5 de febrero en el Teatro Martí de La Habana y dos días después en la Sala White, de la ciudad de Matanzas.