...Empero, no podía faltar el toque femenino, la flauta enamorada de Niurka González podía oírse en todo el estadio, que con su encanto único y su amor por el instrumento que tocaba, podía fabricar lágrimas en la parte inferior de los ojos de los asistentes.
Orlando Santos (1 de mayo de 2007) República Dominicana
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