No hubo mal tiempo capaz de impedir al público habanero el reencuentro con la Orquesta Sinfónica Nacional en su cita de los domingos a las 11 de la mañana en la Sala Covarrubias esta vez para escucharla bajo la batuta del maestro Leo Brouwer y con la joven clarinetista y flautista Niurka González como solista en el Concertino para Clarinete y Orquesta de Karl María von Weber.
El propio director hizo su entrada rindiéndole honores a la joven intérprete en un gesto que mucho le honra a él misno y no nos extraña, poruqe quien tenga verdadera sensibilidad artística tendrá que inclinarse ante el talento que ella proyecta, lo mismo con el clarinete que con la flauta, instrumento éste último, con el cual interpretó como encore la Syrinx de Debussy. Su fuerza expresiva realza el significado musical de cada efecto aislado o de cada enlace y secuencia que siempre tiene un lógico hilvanado que nos hace sentir el paso de una tensión o resolución como la moraleja aleccionadora cargada de alegorías de una historia narrada a apartir de la más profunda vivencia; y esto es, precisamente, lo que más impresiona en Niurka González, la profundidad de su discurso musical que si hoy con su juventud es así, que cabe esperar para mañana...
Fuente: Por Jorge Fiallo. "A las doce". CMBF Radio Musical Nacional, 6 de junio de 1995.