Disfrutar de las recreaciones de Niurka en la flauta, es como contemplar el canto de las aves en un bosque hechizado donde nada ajeno puede interrumpir la prédica del arroyo a no ser el alegre bullicio de los niños, sensación que por momentos nos da a entender María desde las teclas del piano.
Guille Vilar. 2 de junio de 2018. La Jiribilla.
Disponible en: http://www.lajiribilla.cu/articulo/el-disco-habana-paris-un-alto-en-el-c...
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Autor:
Guille Vilar