Más a menudo de lo que uno quisiera, nos encontramos meditando en torno a dónde nos pretende llevar la modernidad, específicamente en lo relativo a la tecnología de última generación para escuchar música. Es como si hubiera una intención preconcebida de no permitir zonas de silencio en nuestras vidas cotidianas. Si vas en un taxi, casi siempre te acompaña la música, como también pasa en cualquier ómnibus urbano o interprovincial.