Poco falta para que la IV Edición del Habana Clásica culmine. No sería un atrevimiento decir, desde ya, que ha sido un éxito rotundo. La asociación de Marcos Madrigal como Director Artístico, la Embajada de Suiza en Cuba como donante líder, La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y su Gabinete de Patrimonio Musical, entre muchos otros amigos, ha sido la fórmula para que esta edción fuera especial. Merecido, luego de una pausa de dos años.